Para la sociedad de autores de Colombia, estar todavía inmersa en un gravísimo escàndalo de corrupción e intervenida por la Dirección Nacional de Derecho de Autor, supone un enorme lastre que le impide salir a flote. Adicionalmente, el costo preocupante incremento del precio del dólar ha mermado considerablemente la realización de conciertos con artistas extranjeros, lo que, ha rebajado increíblemente sus recaudos por este concepto. Todo un desastre en lo económico.
Gracias a esto último, la estrategia de esa sociedad se ha centrado en comenzar un exhaustivo cobro a las diferentes Alcaldìas del país a efecto de cobrarles las fiestas municipales de los últimos cinco años, para lo cual, han comenzado con una tenebrosa estrategia de amenazas jurídicas. Con estos ingresos esperan compensar las enormes pèrdidas que vienen sufriendo de cuenta de la disminución de los eventos y conciertos. A esta “fiesta”, se ha unido Acinpro, motivada porque durante el 2015, algunas alcaldías le pagaron el precio de unos eventos que cobraron abusivamente aprovechándose del desconocimiento de esos burgomaestres.